Es sorprendente cómo alguien puede cambiar de temperamento de un momento al otro. Definitivamente las emociones provienen de nuestros pensamientos, a los cuales controlamos, es decir, controlamos nuestras emociones. Somos sólo nosotros los responsables, de lo que sentimos y pensamos, aún cuando las circunstancias quieran aparentar que no hay más opción que la tristeza o melancolía, en una situación que parece no tener salida, es uno mismo quien tiene el poder de sentir o no, emociones negativas que puedan perjudicar el estado de ánimo de una persona.
Salir adelante ya no es sólo una opción, es una necesidad, y más que todo para una persona exitosa, es un reto que se debe enfrentar. Nadie está libre de cometer errores, y que bueno que sea así, ya que son éstos los que nos hacen dar cuenta de nuestras debilidades para así enfocarnos en mejorar en ello. Y además no hay mejor lección que cometer errores, para no volver a cometerlos en el futuro.
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